jueves, 22 de septiembre de 2011





Mujeres de mi Patria:

Recibo en este instante, de manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza de que lo hago, en nombre y representación de todas las mujeres argentinas. Sintiendo, jubilosamente, que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria.
Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos una larga historia de lucha, tropiezos y esperanzas. ¡Por eso hay en ella crispaciones de indignación, sombras de ocasos amenazadores, pero también, alegre despertar de auroras triunfales!...Y esto último, que traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las casas repudiadas por nuestro despertar nacional, sólo ha sido posible en el ambiente de justicia, de recuperación y de saneamiento de la Patria, que estimula e inspira la obra de gobierno del general Perón, líder del pueblo argentino.

El triunfo de un ideal
Mis queridas compañeras:
Hemos llegado al objetivo que nos habíamos trazado, después de una lucha ardorosa. Debimos afrontar la calumnia, la injuria, la infamia. Nuestros eternos enemigos, los enemigos del pueblo y sus reivindicaciones, pusieron en juego todos los resortes de la oligarquía para impedir el triunfo. Desde un sector de la prensa al servicio de intereses antiargentinos, se ignoró a esta legión de mujeres que me acompañan; desde un minúsculo sector del Parlamento, se intentó postergar la sanción de esta ley. Esta maniobra fue vencida gracias a la decidida y valiente actitud de nuestro diputado Eduardo Colom. Despide las tribunas públicas, los hombres repudiados por el pueblo el 24 de febrero, levantaron su voz de ventrílocuos, respondiendo a órdenes ajenas a los intereses de la Patria. Pero nada podían hacer frente a la decisión, al tesón, a la resolución firme de un pueblo, como el nuestro, que el 17 de octubre, con el coronel Perón al frente, trazó su destino histórico. Entonces, como en los albores de nuestra independencia política, la mujer Argentina tenía que jugar su papel en la lucha. Hemos roto los viejos prejuicios de la oligarquía en derrota. Hemos llegado repito, al objetivo que nos habíamos trazado, que acariciamos amorosamente a lo largo de la jornada. El camino ha sido largo y penoso. Pero para gloria de la mujer, reivindicadora infatigable de sus derechos esenciales, los obstáculos opuestos no la arredraron. Por el contrario, le sirvieron de estímulo y acicate para proseguir la lucha. A medida que se multiplicaban esos obstáculos, se acentuaba nuestro entusiasmo. Cuando más crecían, más y más se agigantaba nuestra voluntad de vencer. Y ya al final, ante las puertas mismas del triunfo, las triquiñuelas de una oposición falsamente progresista, intentó el último golpe para dilatar la sanción de la ley.
La maniobra contra el pueblo, contra la mujer, aumentó nuestra fe. Era y es la fe puesta en Dios, en el porvenir de la Patria, en el general Perón y en nuestros derechos. Así se arrancó la máscara a los falsos apóstoles, para poner punto final a la comedia antidemocrática.
Venciendo obstáculos
Pero... ¡bendita sea la lucha a que nos obligó la incomprensión y la mentira de los enemigos de la Patria!... ¡Benditos sean los obstáculos con que quisieron cerrarnos el camino, los dirigentes de esa falsa democracia de los privilegios oligárquicos y la negación nacional! Factores negativos que ignoran al pueblo, que desprecian al trabajo y trafican con él, incapacitados para comprender sus reservas combativas. Esas mentiras, esos obstáculos, esa incomprensión, retemplaron nuestros espíritus. Y hoy, victoriosas, surgimos conscientes y emancipadas, fortalecidas y pletóricas de fe en nuestras propias fuerzas. Hoy, sumamos nuestras voluntades cívicas a la voluntad nacional de seguir las enseñanzas dignificadoras y recuperadoras de nuestro líder, el general Perón. Marchamos con las vanguardias del pueblo que labrará desde las urnas el porvenir de la Patria ansiando una Nación más grande, más próspera, más feliz, más justiciera y más efectivamente argentina y de los argentinos.

El derecho y el deber
He recorrido los viejos países de Europa, algunos devastados por la guerra. Allí, en contacto directo con el pueblo, he aprendido una lección más en la vida. La lección ejemplarizadora de la mujer abnegada y de trabajo, que lucha junto al hombre por la recuperación y por la paz. Mujeres que suman el aporte de su voluntad, de su capacidad y de su tesón. Mujeres que forjaron armas para sus hermanos, que combatieron al lado de ellos, niveladas en el valor y el heroísmo.
Mis queridas compañeras: ¡Inspirémonos en su ejemplo! Este triunfo nuestro encarna un deber, como lo es el alto deber hacia el pueblo y hacia la Patria. El sufragio, que nos da participación en el porvenir nacional, lanza sobre nuestros hombros una pesada responsabilidad. Es la responsabilidad de elegir.
Mejor dicho, de saber elegir, para que nuestra cooperación empuje a la nacionalidad hacia las altas etapas que le reserva el destino, barriendo en su marcha los resabios de cuanto se oponga la felicidad del pueblo y al bienestar de la Nación.

Consolidación de una conquista
¡Con nuestro triunfo hemos aceptado esta responsabilidad y no haremos de renunciar a ella! La experiencia de estos últimos años, que puso frente a frente la reprimida vocación nacional de justicia económica, política y social, y los viejos caciques negatorios de los derechos populares, ha de servirnos de ejemplo. En momentos de gravedad, los hombres argentinos supieron elegir al líder de su destino e identificaron en el general Perón todas sus ansias negadas, vilipendiadas y burladas por la oligarquía sirviente de intereses foráneos. ¿Podremos acaso las mujeres argentinas hacer otra cosa que no sea consolidar esa histórica conquista? ¡Yo digo que no? ¡Yo proclamo que no! Y yo les juro que no, a todas las compañeras de mi Patria.
El voto que hemos conquistado es una herramienta nueva en nuestras manos. Pero nuestras manos no son nuevas en las luchas, en el trabajo y en el milagro repetido de la creación.
¡Bordamos los colores de la Patria sobre las banderas libertadoras de medio continente! ¡Afilamos las puntas de las lanzas heroicas que impusieron a los invasores la soberanía nacional!
Fecundamos la tierra con el sudor de nuestras frentes y dignificamos con nuestro trabajo la fábrica y el taller. Y votaremos con la conciencia y la dignidad de nuestra condición de mujeres, llegadas a la mayoría de edad cívica bajo el gobierno recuperador de nuestro jefe y líder, el general Perón.

Luchar por la paz
Tenemos, hermanas mías, una alta misión que cumplir en los años que se avecinan. Luchar por la paz. Pero la lucha por la paz es también una guerra. Una guerra declarada y sin cuartel contra los privilegios de los parásitos que pretenden volver a negociar nuestro patrimonio de argentinos. Una guerra sin cuartel contra los que avergonzaron, en un pasado próximo, nuestra condición nacional. Una guerra sin cuartel contra los que quieren volver a lanzar sobre nuestro pueblo la injusticia y la sujeción. En esta batalla por el porvenir, dentro de la dignidad y la justicia, la Patria nos señala un lugar que llenaremos con honor. Con honor y con conciencia. Con dignidad y altivez. Con nuestro derecho al trabajo y nuestro derecho cívico.

Perfeccionar la democracia
Somos las mujeres, misioneras de paz. Los sacrificios y las luchas sólo han logrado, hasta ahora, multiplicar nuestra fe.
Alcemos, todas juntas, esa fe, e iluminemos con ella el sendero de nuestro destino. Es un destino grande, apasionado y feliz. Tenemos para conquistarlo y merecerlo, tres bases insobornables, inconmovibles: una limitada confianza en Dios y en su infinita justicia; una Patria incomparable a quien amar con pasión y un líder que el destino moldeó para enfrentar victoriosamente los problemas de la época: el general Perón.
Con él y con el voto, contribuiremos a la perfección de la democracia argentina.
Fuente: www.elhistoriador.com.ar

martes, 6 de septiembre de 2011

"Somos la fuerza política más potente, mejor armada y organizada después de la de Posse"

El concejal justicialista de San Isidro afirmó que de cara a octubre "van por el buen camino". Además, aseguró que "es un desafío planteado" donde "podremos dar la discusión por un San Isidro mejor".
 
 
Leo Martín habló con Redacción Norte radio sobre la interna que ganó el edil y Pte. del partido, Santiago Cafiero, en las primarias de agosto. "En primer lugar, está mi alegría personal: después está la colectiva del grupo que conformamos el FpV. De manera que hicimos una muy buena elección en términos de participación de la interna, ya que había unas ganas de participar grande del vecino el cual nos eligió a nosotros", sostuvo.

Para el edil justicialista, la búsqueda de ser gobierno en 2012 "es un desafío planteado donde podremos dar la discusión por un San Isidro mejor con un proyecto político propio y donde acompañaremos a la Presidenta Cristina Fernández; porque la gente nos elige a nosotros porque la eligió a ella también".

Sin dudar un ápice, el legislador local afirmó que "teníamos expectativa de hacer una buena elección: en mi caso personal me sorprendió un poco la alta participación de la gente".

Y aclaró que son, después de Posse, el espacio político más preponderante en el distrito. "Teníamos claro que la fuerza política más potente, mejor armada y organizada después de la del Intendente Posse era la nuestra", hizo mención al 2° puesto que logró el el FpV.

Culminó sus párrafos con RNR haciendo referencia a la oportunidad histórica que les está tocando vivir. "Tenemos esta posibilidad y, con humildad y responsabilidad, vamos a encarar esta etapa final de octubre y decirle a la gente que podemos ser opción de gobierno".

Fuente: www.redaccionnorte.com.ar


A seguir subiendo en oKtubre...

El pasado 14 de Agosto se llevaron a cabo las elecciones primarias que decidían, en muchas localidades del conurbano bonaerense, quiénes iban a ser, de cara a las elecciones generales del 23 de OKtubre, los candidatos que representen al Frente Para la Victoria en los distritos. La Lista 2, que llevaba como pre-candidato a Santiago Cafiero, se impuso en San Isidro derrotando a las listas de Galmarini (4), Azerrat (5) y Rodriguez (678 de Ishii). Es un dato alentador ganar una interna, pero el dato más llamativo, para bien, es que comparando éstas elecciones con las legislativas del 2009 en el distrito, sumando todas las fuerzas que compitieron en la interna del FPV, hemos aumentado la cantidad de votos considerablemente: 
21.462 en 2009 - 37.971 en 2011.
Posiblemente subamos más en Oktubre, pero también es una realidad que (afortunadamente) el actual Intendente y candidato del radicalismo, Gustavo Posse, bajó mucho en comparación con elecciones pasadas, y estamos cada vez más cerca de, por fin, poner al Peronismo donde se merece: en la conducción del distrito para hacer más grande a un municipio que no deja crecer el actual Intendente "Señor Muro". 


ELECCIONES PRIMARIAS 2011


ELECCIONES 2009